Recientemente aprendí de un proyecto tan genial que lo único que me paso por la mente fue pensar “¿Cómo no se me ocurrió a mi esa idea?” El proyecto se llama If We’re Sharing Everything Else, Why Not Our Coffee Cups?
La idea detrás de esta iniciativa, aun siendo sencilla, lleva con ella grande consecuencias al reducir los desechos del tomar café. En realidad, el tomar café hace parte de la rutina cotidiana de muchas personas, pero si tomamos un paso atras se puede notar de cuanto desperdicio esta costumbre nos cuesta al diario: una taza desechable, acompañada por una tapa de plástico, un protector contra el calor del café, y claro se agregas azúcar, también el paquetito de azúcar y de crema, y el agitador de café. Multiplicando ese número por todas las personas que toman café el número generado es monstruoso.
Afortunadamente una colaboración entre DO School y Brooklyn Roasting Company esta trabajando en mejorar la situación. Han producido 500 tazas de cerámica hechas para ser compartidas. Después de que uno se termina el café, la taza no viene tirada en la basura, en vez es regresada, lavada y desinfectada para ser usada de nuevo el próximo día.
El descubrimiento sólo abrió el camino para un otro, el de BizeeBox. BizeeBox, otra idea genial, ha creado contenedores de reutilizo para comida para llevar y de esta manera uno nunca volverá a sentirse mal por no haber comido toda la comida del plato. ¿Cómo es que una idea tan sencilla parece ser tan lejana?
Uno se puede imaginar un mundo en el que llevar su comida en una BizeeBox será la norma. No, mejor no hay que imaginar, ¡vamos a actuar!